lunes, 29 de abril de 2013

GLOBALIZACIÓN


GLOBALIZACIÓN

Es evidente que la globalización ha incrementado notablemente el comercio mundial. Y nadie está en contra de ello. No obstante, lo que resulta inconsecuente con sus enunciados a favor de los países pobres es que ese crecimiento y sus efectos en el bienestar favorezcan mayormente a los países desarrollados y en menor grado a los en vía de desarrollo. De lo que se trataría, entonces, es de establecer una tendencia que reduzca -en lugar de ampliar- la brecha y con ello se haga realidad el propósito de mejorar las condiciones de vida de los pueblos más necesitados. De lograrse esto, es dable pensar en una aceptación política de la globalización por parte de todos los pueblos del mundo. Esa es la gran tarea que corresponde hacer a la comunidad internacional, es decir, a los países ricos y pobres. Para esa tarea tendrán que jugar un papel importante de facilitadores las transnacionales y los organismos de fomento como el Banco Mundial, Fondo Monetario y Organización Mundial del Comercio, como principales actores y promotores de la integración mundial.
Ellos de seguro entienden bien la tremenda responsabilidad social que tienen con los pueblos del mundo, como quiera que en sus manos van quedando de manera creciente los recursos productivos, naturales y financieros, y las reglas del comercio mundial. La tarea es altamente compleja por los intereses en juego; pero asimismo es posible y ciertamente necesaria para garantizar una evolución mundial pacífica y de beneficio para todos los habitantes del planeta.
Después de estudiar y analizar los diferentes argumentos esgrimidos, particularmente a raíz de Seattle, pienso que para lograr el cambio de la tendencia el debate tendrá que girar, entre otros, sobre los siguientes considerandos: establecer para la conciliación de posiciones un escenario de participación equitativa y realmente representativa de los países que conforman la comunidad internacional; implantar unas políticas, particularmente de parte de los países altamente desarrollados, de eliminación progresiva de muchas injustas barreras paraarancelarias que impiden el acceso a sus mercados de productos de los países pobres y también la reducción progresiva de los costosísimos subsidios a su producción; identificar y establecer mecanismos que estimulen a los sectores privados a incrementar la inversión de capital y tecnología hacia los países pobres; capacitar los recursos humanos para la puesta en marcha de proyectos productivos, rentables y generadores de empleo, que incrementen el poder de compra de las sociedades en desarrollo, fortaleciendo así sus mercados internos; concebir con la banca internacional y los países que notoriamente inciden en las decisiones de ésta, fórmulas que garanticen el acceso de los países necesitados a un crédito privilegiado; encontrar la manera de evitar que el servicio de la deuda estrangule los presupuestos nacionales destinados a los campos del bienestar como son salud, educación, seguridad social, recreación, empleo, sin dejar de exigir disciplina, responsabilidad administrativa y transparencia; concebir una política de cooperación de parte de los países industrializados menos paternalista y más orientada hacia el estímulo del trabajo, la iniciativa y capacidad productiva de las poblaciones necesitadas.
En síntesis, conciliar las posiciones entre naciones donde hasta ahora no se percibe plenamente los beneficios de la globalización y las ricas que usufructúan en gran parte estos beneficios, resultaría un hecho trascendental para la solidaridad de los pueblos del mundo con la evolución económica y social actual y futura. Es claro que para ello se necesita, en primer lugar, demostrar y convencer a los opositores de los países necesitados, que ven distanciarse cada vez más su nivel de vida con el de los pueblos de países avanzados, que con esos ajustes significativos la globalización, más pronto que tarde, beneficiará a todos. Y a los defensores hacerles ver que para el mantenimiento de la globalización, sin oposición política traumatizante, es indispensable transar para que la tendencia se invierta a favor de los pobres hasta lograr una nivelación económica y social aceptable para la masa de población del mundo.

PREGUNTAS:
¿Cómo hacen las personas a favor de la globalización para
"vender" o hacerle publicidad a la idea de globalización?




Si "NADIE" está en contra de la globalización, ¿Para qué
demostrar y convencer a los OPOSITORES de los países mas
necesitados?




¿Cómo se puede lograr que los defensores vean que para
el mantenimiento de la globalización, es indispensable
transar para que la tendencia se invierta a favor de los
pobres hasta lograr una nivelación económica y social
aceptable para la masa de población del mundo?


Publicación
eltiempo.com

Sección
Editorial – opinión

Fecha de publicación
5 de abril de 2001

Autor
Roberto Arenas Bonilla

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elliot birbrager

1 comentario:

  1. ¿Por qué el autor afirma que nadie está en contra de la globalización y como se lograría una evolución mundial pacífica y de beneficio para todos los habitantes del planeta?

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